Donald Trump dice que no le lanzaría un salvavidas de inmigración al Príncipe Harry si fuera elegido Presidente de nuevo, sugiriendo que sería abandonado a su suerte y tal vez deportado.
El polémico candidato habló con el Daily Express -un medio del Reino Unido- el fin de semana en el evento CPAC en Maryland y aclaró que no le gusta el duque de Sussex, y muy claramente dijo que el estatus migratorio de Harry podría estar bajo escrutinio.
Trump dice: “Yo no lo protegería. Ha traicionado a la Reina y eso es imperdonable. Estaría solo si dependiera de mí”.
Terminó criticando a la administración de Biden por lo que él caracteriza como blanda en general -más sobre eso en breve- añadiendo: “Creo que han sido demasiado permisivos con él después de lo que ha hecho”.
Ahora, lo que Trump parece estar aludiendo aquí es esta batalla del Departamento de Seguridad Nacional en la que el Príncipe está involucrado indirectamente. Un grupo de vigilancia ha demandado al gobierno federal en un intento de obtener documentos de los papeles de inmigración de Harry y solicitud de su visado.
Como usted probablemente sabe, el hombre todavía no es un ciudadano de EE.UU. y el año pasado, confesó en sus memorias que había consumido una serie de drogas antes de venir al país.
El grupo de vigilancia dice que esto es una clara admisión de que viola el protocolo de entrada de DHS y le están exigiendo la agencia que posee esos papeles que lo demuestre, pero la Seguridad Nacional está poniendo resistencia, argumentando que Harry tiene derecho a la privacidad. También dicen que podría haber sido mentira y esta “confesión” en el libro no equivale a una declaración bajo juramento.
Lo que Trump está dando a entender, al parecer, es que el DHS bajo su vigilancia sería mucho más firme, lo que podría -en teoría- terminar con el príncipe siendo expulsado de los EE.UU.
TMZ Studios
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